Con los avances en la tecnología hemos ido preparando nuestro mundo para que las máquinas lo “entiendan” y uno de los aspectos más relevantes de esta tendencia son los códigos impresos, coloquialmente llamados códigos de barra. Acá, algunos tips para personas y para negocios.
A principios de la década de los ‘80, “Terminator” cautivó la imaginación del público presentado una máquina (androide) que operaba como un humano. Éste tenía una directriz clara: matar a Sarah Connor.
Un elemento interesante y novedoso fue tener cámara en primera persona. Parte de la fantasía era el mostrar cómo la máquina podía “ver”, toda una novedad ya que, por ejemplo, no aparece en “La Guerra de las Galaxias” con C3PO o R2D2.
En la realidad, lenta e imperceptiblemente las máquinas han comenzado a ver y leer. No sólo a registrar como una cámara o una fotocopiadora, sino que a interpretar, de alguna manera, las imágenes. Sin embargo, no es como “Terminator”, al menos en los usos más extendidos.
Con los avances en la tecnología hemos ido preparando nuestro mundo para que las máquinas lo “entiendan” y uno de los aspectos más relevantes de esta tendencia son los códigos impresos, coloquialmente llamados códigos de barra.
Estos códigos son textos escritos de una maneras en que los computadores (sean estos PC, notebooks, smartphones y otros dispositivos) puedan leerlo. Es decir, el dispositivo que lee reconoce letras en él. Los más populares son los códigos de barra, de donde se toma el nombre.
Los códigos QR y los PDF417 difieren esencialmente en la cantidad de información que pueden contener: desde unos pocos caracteres los primeros, hasta decenas y cientos en los últimos.
Otro tema es qué información ponemos en los códigos y cómo la organizamos. En los códigos de barra suele haber un número quizás con un dígito de verificación, pero más interesantes son los códigos QR, porque almacenan mucha más información, permitiendo desarrollar estándares que proporcionan la inclusión de tarjetas de visita o direcciones web. Luego, como estándar, surgen muchas aplicaciones que lo interpretan de manera útil, entonces vemos miles de anuncios en los medios o en la calle con un código QR que podemos pinchar y esto nos lleva a l sitio que el anunciante nos invita a leer.
Un salto importante en este tema es el PDF417. Su uso más popular está en el soporte impreso de documentos electrónicos, por lo que a veces se usa coloquialmente el término Timbre Electrónico. Normalmente lo que se hace es poner en el código una síntesis del documento y códigos de verificación basados en firma electrónica usando XML. Esto es muy importante, porque permite validar el documento a través de una copia física, es decir, permite usar un documento electrónico en el mundo físico.
Es fundamental que, por ejemplo, la boleta electrónica tenga su PDF417 correctamente impreso, ya que es lo que controla un fiscalizador, así como en la boleta física se verifica el timbre basado en el cuño.
Técnicamente, cuando se desarrolla una aplicación que usa esta clase de códigos, hay que definir cómo se representarán los datos o tomar una definición previa. Muchas veces estas representaciones se basan en xml y cuando se prepara el código se formatean los datos de acuerdo al estándar. Por ejemplo, dependiendo del xml definido, considerando la data de verificación, estos datos formateados se transforman luego en el código.
La importancia de esta tecnología resulta obvia. Es interesante destacar que ésta ha generado una nueva forma de interacción entre el usuario y nuevas formas de interoperabilidad entre aplicaciones, abriendo un mundo de aplicaciones personales.
Tip para personas: con alguna aplicación para smartphone puede hacer un Código QR de su tarjeta de visita y ponerlo en su pie de firma en el email, lo que facilitará que las personas que reciban sus correos registren sus datos.
Tip para negocios: Baje a su smartphone una aplicación que lea PDF417 y verifique que en sus boletas y facturas el código salga correctamente impreso.
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